El Consejo de Ministros ha aprobado en Consejo de Ministros la quinta edición del Plan PIVE de incentivos a la compra de automóviles, dotado con 175 millones de euros. El Plan PIVE 5, que entrará en vigor previsiblemente el lunes 27 de enero, permitirá la renovación de 175.000 vehículos antiguos al ser sustituidos por otros tantos automóviles más eficientes y seguros.
A grandes rasgos, el programa consiste en un incentivo de 2.000 euros (mil aportados por el Gobierno y mil por las marcas) para adquirir un coche nuevo a cambio de entregar para el achatarramiento un automóvil de al menos diez años de antigüedad. En el caso de familias numerosas y coches de más de cinco plazas, la ayuda sube a 3.000 euros.
Los vehículos susceptibles de acogerse al programa serán nuevos y deberán cumplir ciertos requisitos, entre ellos, que estén clasificados como como clase A o B en la clasificación de consumo de carburantes y emisiones de CO2; coches eléctricos o de gas natural. También se exige, entre otros, dar de baja definitiva en tráfico por parte cualquier vehículo de categoría M1 o N1 propiedad del beneficiario, con una antigüedad mínima de diez años (turismos) o siete años (vehículos comerciales). El precio de los vehículos adquiridos, antes de IVA, no puede ser superior a los 25.000 euros, excepto para los vehículos eléctricos, híbridos enchufables y de autonomía extendida. Para las familias numerosas las condiciones varían en cuanto a tamaño y precio máximo de los coches.
Con la puesta en marcha de la quinta edición de este plan, el Ejecutivo de Mariano Rajoy acumula una inversión de 578 millones de euros en los sucesivos programas de renovación del parque de vehículos: 75 millones del primer PIVE, 150 millones del segundo, 70 del tercero, otros 70 del cuarto y 175 millones del quinto, además de los 38 millones del PIMA Aire.
El Plan PIVE 5 tendrá un efecto dinamizador sobre la economía española de cerca de 2.000 millones de euros. Este impacto positivo contribuirá al crecimiento del PIB e impulsará un 10% las matriculaciones de automóviles en España durante 2014.
Además, el programa de incentivos tendrá un efecto fiscal positivo para las arcas públicas de alrededor de 700 millones de euros. De esta suma, 500 millones de euros corresponderán a los ingresos derivados del IVA y del impuesto de matriculación y 195 millones de euros corresponderán a otros ingresos en comercialización, financiación, seguros o transporte.